Escribir hasta cansarse,
desahogar hasta vaciarse,
drenar, si es posible
el juicio lapidario y constante.
Fluir libre, limpia,
como fresca flor bajo una lluvia
de palabras,
lavada de toda duda
con la vista clara y reluciente
la voz despierta
y el andar ligero.
Bailando al ritmo de las estrellas
que en sus destellos anidan sueños
oir confiada el pulso latiente
que guía el ritmo de mis pisadas.
desahogar hasta vaciarse,
drenar, si es posible
el juicio lapidario y constante.
Fluir libre, limpia,
como fresca flor bajo una lluvia
de palabras,
lavada de toda duda
con la vista clara y reluciente
la voz despierta
y el andar ligero.
Bailando al ritmo de las estrellas
que en sus destellos anidan sueños
oir confiada el pulso latiente
que guía el ritmo de mis pisadas.